jueves, 7 de julio de 2011

LISTADO DE COSAS INÚTILES
Era día de recoger la basura, recordé... No me quedaba otra cosa que tomar una bolsa, y meditar con acelerada conciencia sobre las cosas inútiles que guardaba en mi casa. Entre chécheres, la vida se va haciendo un verdadero trebejo, y yo no tengo tiempo de repartirle licencias absurdas a las cosas que se acumulan, con tanto amanecer rondando, con tanta caminata esperando, y uno pensando en esas cosas que resultan tan yermas que ni siquiera se dignan a producir estática. Está una botella vacía que no lleva historias adentro, que no conoce el agua salada, y que si se cayera al piso, probablemente añoraría ser parte de un maremoto; y está un guante de cocina, un pedazo de papel con un teléfono escrito, un bisturí roto, y una huella que se aclara encima del escritorio. No olvidemos la telaraña del último cuarto, la nunca visitada telaraña, que a falta de capacidades como fuente de alimentos, terminó haciendo el papel de atrapasueños en las noches más frias, pero siendo tan pegajosa, se cansó de acumular pesadillas, se enredó, y se dedicó a la huelga de la cosa inútil. Tantas cosas inútiles, tan poco tiempo, el café saca a pasear su aroma, y yo me pregunto como quién olvida queriendo rememorar... Qué será de mi alma cuando la muerte me enseñe a hacer un verdadero listado de cosas inútiles...

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