
La diestra y la siniestra haciendo de las suyas en ese compaz que siguen perversas las notas musicales en armonioso conjunto con las letras y los signos. La más tonta pero definitivamente bella de las profundidades traducida en un par de cuencas a la espera, simulando estúpidamente, como siempre, que no esperaban nada, y que el llamado "nomeimportismo" de antaño (que palabra tan fea), seguía opacando el "si lo quieres"... definitivamente... si lo quieres... Y el silencio rodeado por el ruido... Shhhhh!! es una biblioteca, y esa tendencia obsesiva de tomarse todo tan al pié de la letra (quizá a modo de reverencia) permite ocultar esas mismas señoras que nos habíamos lanzado a la cara tantas veces como si fuese un juego de almohadas en las que algún mañoso con ínfulas de asesino y una capacidad muscular por encima de la media, decidió cambiar plumas por ladrillos. Caminar solo o caminar con el dueño de las cuencas, ja ¡Valiente diferencia! Y eso se debe precisamente a que caminar sola entre sombras resultaba un placer tan dolorosamente dulce como caminar con... el dueño de las cuencas... Y la gente... (¿Había gente?)... No se ni para qué la menciono. Y una piedrita que depronto resulta revolviéndose con la ocurrencia más cursi de todas las cursis ocurrencias, pero tan infantilmente franca como que esa piedrita se me parecía a un beso.... Antes o después.. El principito despierta y decide que su rosa está bien sola, y que tal vez encontrarse con esa señora espectral que tiene al frente, no es del todo malo, y que resumirlo todo en un solo de tiempo, es más sencillo que continuar con las peleas de almohadas...
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